Libérame. Haz que mi vida valga la pena y que consiga disfrutar de ella. Haz que todo lo bello florezca, haz de mí una metáfora del éxtasis y la euforia. Corrige mi pasado y arréglame un futuro. Ayúdame a entenderme, recuérdame el olvido, haz que mis dolores más profundos no sean más que leves sensaciones y que todas mis heridas cicatricen, por fin. Déjame entenderlo todo, todo. Haz que me quieran, que me quieran tal y como yo quiero, o más. Dame existencia, dame un espejo, pero un espejo vacío. Vacíalo de complejos e ilusiones. Dame fuerza de voluntad, dame lo que nunca tendré. Haz que mis lágrimas ya no sean más que emoción.
jueves, septiembre 25, 2008
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