domingo, noviembre 30, 2008

Love Again


Limpiame las alas. Sólo debes extenderme sobre el suelo. Entonces, cuando mis ojos empiecen a humedecerse tú empiezas a desnudarme. No tengas ninguna clase de prisa. Deja que la ropa se deslice por mi piel de tal forma que me estremezca. Cuando ya esté todo mi cuerpo desnudo, acariciame. Acariciame, mientras me susurras poesía al oído. ¿Sabes? Poesía rota. Oirás el chirrío de mis dientes, no te asustes, es sólo mi fragilidad. Cuando alguien juega con mis alas, sin quererlo, me vuelvo un ser débil. Deberás besar mi cuello como si tu vida dependiese de ello, como si fuera la primera y última vez. Seguramente, lloraré, pero no te inquietes, es sólo que, hace mucho tiempo que nadie accede a limpiarme las alas.