Luces de colores, destellos fluorescentes que me seducen y me envuelven, ya no puedo apartar la mirada de este océano de brillo que ha engullido hasta el último poro de mi piel. Por algo de suave polvo me desvivo, me pierdo entre los cuerpos vacilantes que dejaron de ser y dejo que el sonido me desgarre, me perfore, me arranque hasta la última entraña. Ya no poseo noción alguna del lugar o del tiempo, estoy yo en un universo paralelo que nadie podría percibir, me caigo en el espiral del alma extinguida, despierto el paraguas que dormía en mi pensamiento y nado en gelatina púrpura. Me elevo y de pronto rozo la superficie que me devuelve una melodía metálica que me provoca un inmenso placer, salto porque me la estoy follando, porque me he fundido en el martillo que destruye mi conciencia. No hay cansancio ni espera pues el tiempo parece suspendido, tan sólo hay un lago, un lago de luces, luces.
oscuridad.
Imagen:Ouka Leele
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